El curso se planteó de una manera un tanto extraña. Nosotros, un grupo de aproximadamente 20 personas, casi todo chicos, nos añadimos a una clase prácticamente hecha, con amistades y confianzas ya formadas. Al principio nos movíamos completamente independientes al resto, pero al final creo que hemos conseguido congeniar bastante bien con la mayoría de los compañeros. Principal muestra de ello, la salida de este miércoles en la que fuimos más de 60 personas las que nos reunimos para despedirnos y desearnos buenas vacaciones.
Eso será una de las cosas que recordaré del curso 2010/2011, pero realmente, cuando me pongo a pensar en todo lo que ha dado de sí este año lectivo, lo que se me vienen a la mente son flaxes, instantes, segundos que he compartido con muchos de vosotros:
Se me viene a la mente un banco frente a la torre Eiffel con Kike; una emisora de radio repleta de estudiantes; una conversación sobre música con Ezequiel en el río; un susto, un enorme miedo y un gran alivio, todo durante la misma mañana de fútbol; el descubrimiento de Rodri como persona y amigo; las mañanas montando vídeos en casa de Carlos; la ilusión compartida por muchos al pisar Anfield y Old Trafford; echar la cabeza en el hombro de Ana durante una clase muy aburrida; las aceitunas de Rodri; una pinta en el mítico “Cavern Club”; el rescate de una amiga en un ambiente hostil; la botella de fino de Gamero; una foto con Pablo y Kike frente al Arco del Triunfo; ratos de césped con Carlos, Cristina y Rodri; un cumpleaños rodeado de amigos; la lluvia al cruzar el puente; unas risas con Alberto Gámez y la silla de ruedas; la sonrisa de Ichi cada vez que nos vemos; una noche de aeropuerto; la cara de ilusión de Jerez al ver a sus ídolos mucho más cerca; la conversación con Paloma en la escalera; un patio de butacas repleto, y de nuevo Lugardo a mi lado; el completamente viernes; las rimas de Juanma; una conversación de esas que aclaran cosas y devuelven sonrisas con Tere o Espe; la hospitalidad de Anita; los martes de caipiriñas; las mañanas de fútbol con Macarro; la presencia de Marcos en el templo del Carnaval para disfrutar del más grande en febrero; los aplausos en clase; el humor sórdido de Manu, Horacio y Ezequiel; los paseos por Tomares para recoger a Carlos y a Rodri; la forma de ser igual y a la vez tan distinto a mí de Kike…
Sé que podría seguir durante mucho más tiempo, pero creo que con esto muestro más que de sobra todo lo que he disfrutado junto a vosotros. Muchas gracias.
Un abrazo
"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días." Benjamin Franklin
Grande. Se os echará de menos. Cabrones. Un abrazo :)
ResponderEliminarUn año da para mucho y le hemos sacado mucho jugo. Qué grande que eres Andrés cuando te pones a escribir (y cuando no también).
ResponderEliminarSus quiero, mamones ^_^