22 de marzo de 2011

Pegado a mis oídos

Ando por las calles de uno de los barrios más conocidos de mi ciudad. Fito sigue pegado a mis oídos, haciendo que vuelen mis pensamientos de una situación a otra, de un sueño a otro, de una promesa a otra. Odio que siempre su música me haga pensar y consiga que me sienta identificado.
Me gusta mirar a mí alrededor e imaginar las vidas de las personas con las que me cruzo. Esa pareja de ancianos parecen muy felices; y yo me planteo la efimeridad de la vida. La muchacha de la frutería ve que la miro y me dedica una sonrisa; que alegría que se acerque la primavera. El niño del perro se va a chocar de tanto correr.
No puedo evitar sonreír. El sol me alegra la mañana, y aún no sé ni a donde me dirijo.

“No hay mejor lugar que entre las nubes de tu pelo” me acaba de gritar al oído. ¡Lo odio! Mejor cambio de canción…

Cruzo una esquina y casi me entran ganas de correr. Hacía días que no me sentía tan vivo, me repetí una y otra vez aquello de: “Hoy me quedo en casa, lo de afuera no me interesa. Ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva.” ¿No acabo de decir que debía cambiar de canción?...

Me acerco al puente y me detengo apoyado en la barandilla. Veo como el sol va cayendo allá a lo lejos, y me imagino saltando al agua. Esa sensación me hace dudar de mí mismo. ¿Sería o no capaz? No creo que llegase a ser tan impulsivo. “Y cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo.” ¿Estrellas? estrellas en una playa con un faro a lo lejos…
Necesito tomar algo.

“Soy todo lo que me pasa”. Ahí sí estoy de acuerdo. Quiero que me pasen cosas.
La máquina suelta la lata de Coca-Cola e imagino inevitablemente cualquiera de los anuncios que tanto nos han hecho sonreír de esta marca de refrescos. Además, “sé que soy mucho más guapo cuando no me siento feo.” Cuando sonrío y me siento seguro, es todo mucho más fácil. Aunque también piensen que soy un creído y un chulo. No sería la primera vez, y la verdad es algo que estoy dispuesto a asumir. “No tengo nada para impresionar, ni por fuera ni por dentro.”
Sólo tengo claro lo otro de que “Hay un niño que se esconde siempre detrás de mí.” No se cómo lo hago, pero cada vez estoy más seguro de eso. Las calles son más estrechas en esta parte de la ciudad, y disfruto en este pequeño laberinto que no sé exactamente a donde me llevará.

Poco después una enorme torre se muestra ante mí. Todo es mucho más amplio, y el olor a azahar me recuerda porque me gusta tanto esta estación del año. “Cuanto se gritó diciendo nada…” Bonita frase esa. Que ganas de gritar y de no ser escuchado. Quiero que mis palabras puedan ser soltadas pero no lleguen a nadie. Menos mal que Word me es fiel casi siempre.
“…Perdimos la cabeza pero no el sombrero...” Esta canción me trae recuerdos. Mejor la paso también.

Me siento en el suelo a la vez que suenan en mis oídos unos golpes de guitarra. “…Mi corazón es de cristal, no guarda nada que no veas...” Eso he pretendido siempre, ser transparente como el cristal. No se mentir ni disimular, se me ve a leguas. Sin embargo, he intentado mentir a veces. He llegado a plantearme alguna vez: ¿Seré mala persona? He querido ser egoísta porque muchos me lo han recomendado, y no acabo de estar conforme con nada de lo que hago.



“…No se restar tú mitad a mi corazón.” Definitivamente, apago el Ipod y me vuelvo a casa.

10 de marzo de 2011

Vendremos más fuertes

Queridos necios:

Hoy quiero dedicarle mi entrada a los 19 compañeros que he tenido en la chirigota de Mairena, “Este año venimos más fuertes”. Esto va por Iván, Alemani, Vela, Luís, Enrique, Juan Manuel, Concha, Balbina, Ana Mari, Ana, Rosario, Vane, Mariló, Leti, María Jesús, Andrés, Juanan, Antonio Miguel y Limón. Estos 19 amigos me hicieron disfrutar de un fin de semana de los que se recuerdan durante muchos años.

Para empezar, hemos sido capaces de convivir durante dos meses de ensayos y preparativos. Aunque ha habido momentos tensos, y noches en las que parecía que lo mejor era volver cada uno a su casa, la mayor parte de los ensayos han sido muy buenos ratos. Hemos reído intentando que todas las voces entraran a la vez, que aprendiésemos a tocar los pitos, que las niñas fuesen capaces de cantar a nuestro tono, que nosotros forzásemos más sin llegar a desafinar mucho para que ellas fuesen más cómodas… y muchas cosas más.
Durante los exámenes, era casi la única motivación que tenía; que llegaran las 9 de la noche e irme a pegar “gritos” al sótano aquel. No podía faltar, porque este año, veníamos más fuertes.

Más tarde empezaron los preparativos de la carroza. Ahí, la verdad es que por horarios de facultad, participé menos de lo que me hubiera gustado. Aún así, el trabajo de todos ellos fue una pasada, y consiguieron hacer una carroza espectacular a base de mucho trabajo.

Por fin, llegó el gran día. El sábado amanecía muy nublado, y la lluvia era casi una constante en Mairena. Nos desanimamos mucho, porque, aunque nos garantizasen cantar, todo el trabajo de la carroza podía caer en saco roto.
Sin embargo, conforme avanzaba la tarde, el tiempo fue mejorando poco a poco. A las tres y media aproximadamente, ya estábamos todos cambiándonos, maquillándonos y pintándonos el pelo. Unos a otros, como una gran familia.
Ya ahí, estábamos disfrutando. Cuando nos mirábamos unos a otros y veíamos lo bonito que quedaba el disfraz de fantasía ya empezábamos a flipar.


El pasacalles fue una auténtica pasada. Todos en la carroza formando jaleo. Estábamos deseando llegar a la Asociación para ver las caras de la gente. Nos sentíamos orgullosos de nuestro trabajo. Y es que, este año veníamos más fuertes.


Una vez acabado el paseo por el pueblo, nos fuimos corriendo para la casa de Vane. Allí, nos cambiaríamos de tipo y prepararíamos todo para la actuación de la chirigota.
Cada disfraz que salía nos hacía reír. Las niñas con las pelucas cortas, “el Vela” que parecía un gitano, Juanan de Cani, Alemani de pijo, Andrés de heavy… En definitiva, una fauna muy completa la que íbamos a formar en el escenario.
A la salida, foto de grupo y a hacer pasacalle hasta la plaza.

Antes de subir al escenario, típico momento de miedo escénico. No pude evitarlo. Escuché como nos nombraban y como iban subiendo mis compañeros al escenario. Me dije a mi mismo que yo sería el último en subir. Cuanto más tiempo estuviera arriba antes de cantar, más nervioso me iba a poner.
Por el contrario, cuando sonaron las primeras notas de la guitarra, el nerviosismo calló a mis pies.

La actuación sucedió de forma natural. Todo rodado. Las risas de la gente nos animaron aún más de lo que esperábamos. Incluso se reían en cosas que pensábamos que no iban a hacer gracia.
Entre copla y copla, las miradas cómplices nos demostraban que todo iba bien. Y si alguno fallaba en algo, ya había otro un paso por delante para tapar ese fallo. Y es que, este año veníamos más fuertes.
Por primera, y por última vez esa noche, sonaron algunos oles durante nuestra actuación, y eso, es algo que me llena de orgullo.
Al acabar, nos despidieron a grito de: ¡Chirigota, chirigota! Las propias personas de la organización nos felicitaron, porque era verdad: Este año veníamos más fuertes.


*****
Cuando llegó la hora de decir los premios, un sabor agridulce nos invadió a todos. Habíamos ganado el primer premio de carrozas y el segundo de chirigotas. En un principio, era más de lo que esperábamos. Sin embargo, sabíamos que era menos de lo que merecíamos.

Parece que la forma que tiene el carnaval de Mairena de crecer, es la de permitir a las agrupaciones de fuera más facilidades que a las del pueblo. Que no me pregunten el por qué, pero es así. De todos modos, puedo decir sin miedo a equivocarme, que cierta persona del jurado esa noche se acostó sabiendo que había cometido una injusticia.
A cualquiera de los que esa noche estaba en la plaza, se le podía preguntar cuál era la agrupación que merecía ganar y no hubiesen dudado.
Por eso, mis 19 compañeros y yo, nos quedamos con eso. Bueno, con eso y con el apoyo de la gente y el buen rato que echamos en la Casa Vieja. Eso sí que fue disfrutar. Cantamos para nuestra gente.

Pero bueno, ya el carnaval acabó. Sólo nos queda pensar en el año que viene, que ese sí que está claro que vendremos más fuertes.

Un abrazo


PD: Lo siento por la calidad del sonido de los vídeos, pero demasiado bien se escucha para el sitio desde el que está grabado.












"Seguiremos porque para mi
la vida es popurrí,
estribillos y coplas.
Cantarmos siempre para tí
porque ese es el fin
de nuestra chirigota."

Antonio Manuel Vela Vela (mairenero y letrista)

7 de marzo de 2011

Crónicas del COAC (4): La "Gran" Final

Queridos necios:

El pasado viernes terminó el “Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval” de la ciudad de Cádiz. Como siempre, las opiniones del jurado no dejaron indiferente a nadie. Ya se veía desde el fallo de preliminares, que este año no se iba a andar con chiquitas. Si alguno de los nombres conocidos se tenía que quedar fuera, lo iba a hacer.
Eso, es algo que veo bien. Me parece una actitud valiente el hecho de que, si bajo su punto de vista, las chirigotas de Vera Luque (campeón en 2010) o el Sheriff (subcampeón en 2010), no se merecían siquiera pasar a semifinales, se quedaran fuera. O que el coro de Julio Pardo, después de 21 años, no merecía estar en la final, tampoco lo estuviera. Otra cosa muy diferente es que yo esté de acuerdo con esas decisiones.

Anteriormente, ya hice un resumen de lo que para mi habían sido las mejores agrupaciones en las preliminares del concurso. Una vez acabado, puedo decir que en tres de las modalidades que existen estoy bastante de acuerdo con lo premiado por el jurado.

Para empezar, hablaré sobre las chirigotas. En esta modalidad, el primer premio fue para el Canijo de Carmona. “Ricas y Maduras” ha destacado por lo novedoso de los cuplés, que ha sido casi una revolución. En segundo lugar ha quedado la chirigota de Kike Remolinos que, en mi opinión, llevaba un repertorio más completo e hizo una mejor final. Sin embargo, el premio cayó del otro lado por un único punto. Un poco descolgada, quedó en tercer puesto la chirigota de Sevilla. Casi ni ellos mismos se esperaban estar en la final, así que estaban escasos de repertorio nuevo. De todos modos me alegro, porque, sin ninguna duda, era la tercera mejor chirigota y se merecía estar en la final.
En cuarto lugar, y al límite de entrar en la final, se quedo la chirigota del Selu. Llevaba un buen repertorio, pero un pelín por debajo de la de Sevilla. Si el jurado hubiese actuado como casi siempre, ésta hubiese sido la que pasara a la final, dejando a la agrupación hispalense fuera.

Pasando a la modalidad de cuartetos, la cosa ha estado como siempre. El Morera sobresaliente, y los demás intentando acercarse y hacerle algo de sombra. De momento, nadie está a su altura. Es verdad que este año ha habido más nivel, y que puede que hayan estado algo más cerca, pero todavía les queda mucho. En la final, aparte del ganador, estaban “Si Emilio hablara” y el cuarteto de Algeciras. Segundo quedó este último, no sé por qué, la verdad. El otro cuarteto me resultó mucho más gracioso.

Si hablamos de coros, “Allegro Molto Vivace” , de Nandi Migueles, ha sido superior de principio a fin del concurso. Un primer premio merecidísimo. En segundo lugar “La Madrugá” y tercer premio para “El triángulo” de Luis Rivero. Casi la mayor sorpresa del concurso fue el hecho de que el coro de Julio Pardo, el pregonero, se quedase por primera vez en 21 años fuera de la final. Y sobre todo, el año de su pregón. Grata sorpresa que me dio el jurado, pues para mí no estaba al nivel de las otras tres.

Para concluir, hablo de mi modalidad favorita, la comparsa.
Desde luego, este año me he dado cuenta de que aunque es la que más me gusta, no entiendo ni un poco sobre ella. Mis tres agrupaciones favoritas se han quedado fuera de la final. “Los Príncipes” de Juan Carlos Aragón 6ª, “Los Muñecos de Cádiz” de los hermanos Carapapas 4ª y “Al volver de los ensayos” de los Majaras del Puerto, 5ª. Me resulta gracioso, porque la verdad es que casi me esperaba que pasase algo así y quedasen fuera de la final.
Sin embargo, las tres agrupaciones que pasaron, aunque la verdad es que cada una en lo suyo, me agrada y me parecen por supuesto, grandes comparsas, no estuvieron a la altura de una gran final.
Para empezar, “Las locuras de Martin Burton”, regaló la final con otro piropo a Cádiz y un pasodoble dedicado a Marta del Castillo y Mariluz. Tema por el que ya ganó el concurso en 2009.
En segundo lugar, “Los Currelantes”. Quizás, los que hicieron un papel más digno en la final. Sigo diciendo que una comparsa que no consiga ponerme los vellos de punta ni en presentación ni en popurrí jamás se merecerá un primero, pero fueron los únicos que llevaron algo nuevo en cuanto a pasodobles que mereciese la pena.
Por último, “Juana la Loca”. Me da pena decir que del primer premio de este año, se salvan un par de pasodobles. Para mí, el resto del repertorio caerán en el olvido. Una idea muy atrevida y que ha sido muy bien llevada por Tino Tovar, pero que ha pecado de usar el mono-tema para todo. Además repitieron pasodoble en la final, y eso en comparsas del siglo XXI al aficionado no le vale.
Me alegra comprobar, porque he hablado con amigos, que no soy el único que piensa que es la peor final de comparsas de los últimos años, y que es lamentable que ni una sola copla consiguiese poner en pie a los aficionados. El que quiera, que se baje el cd de “los príncipes” o de “Los muñecos de Cádiz”, que hubieran puesto el teatro boca abajo con lo que llevaban para la final.
Espero que no se me critique de radical, pero realmente es lo que pienso. Además, no tengo problemas en admitir que me considero seguidor de Juan Carlos Aragón, y que si de mi dependiese, ganaría todos los años. Y no es que yo caiga en el fanatismo, sino simplemente porque es el autor con el que más me siento identificado y considero que dice las cosas que deben decirse en el carnaval, gusten o no gusten a la gente o a los poderes establecidos.

PD: Para concluir, decir que la final la disfruté junto a Enrique Rodríguez, José Lugardo, Pablo Pozuelo y José Manuel Gamero; que me hicieron disfrutar de la gran noche de las coplas como debería ser siempre, entre amigos.
Un abrazo

"Porque nunca la alegría
dura un día sin dolor,
ni dura nunca el amor
y si dura se marchita,
ni las noches más bonitas duran un amanecer.
Ni durará un amanecer
en la escollera en cortadura
más de lo que tardan las noches en volvernos a traer
a la Luna."

Juan Carlos Aragón (Los Príncipes)