19 de julio de 2012

Insomnio


Como tantas noches de verano, sigo dando mil y una vueltas en la cama. El desvencijado somier es testigo y cómplice de mis movimientos. La luz de la farola que entra por el balcón, dulce y anaranjada, muestra que aún queda madrugada.
Las sábanas cubren algo más de la mitad de mi piel, el calor es asfixiante y los ronquidos del otro lado del pasillo tampoco ayudan a conciliar el sueño. Me levanto empapado mirando con odio la inutilidad de las aspas de ese viejo ventilador.
Me asomo a la ventana y veo una noche salvaje, cálida, con una luna pálida, recostada como si la hubiese volcado el termómetro solar.
Mientras saco un cigarrillo y lo enciendo en la semioscuridad de la madrugada sevillana, pienso en todo lo que ha dado de sí este tiempo.
Echo un vistazo a las estrellas y recuerdo aquella frase que dijo sin necesidad de soltarla: << Sabes que soy diferente. Alguien que no se enamore nunca, cuando una relación se acaba, pues se acaba. Puede que no sufra, pero seguro que no vive lo que yo vivo >>  Eso era ella. Vida rebosante en cada esquina. Voló y se mostró como lo que siempre quiso ser, una incógnita para la mayoría. Por eso, cuando escuché la frase, suspiré aliviado.
Giro la vista hacia  el rojo incandescente del pitillo a la vez que recuerdo otra noche de conversaciones diáfanas. En ella, él me decía: << Yo no creo en las fechas de caducidad. ¿Qué es eso de cortar por lo sano? Cortar aquellas sonrisas, aquellas miradas… No, eso tiene que durar>> Parecía un poeta al más puro estilo Garcilaso. O Mr. Hyde cuando salía desenfrenado en cualquier página de su novela de Stevenson. No sé realmente si esa frase la decía para justificar sus errores o porque realmente creía en eso de que se acaba queriendo siempre lo que no se tiene.
Levanto la cabeza a la vez que sigo pensando para mí.
 Menos mal que el tiempo me ha acabado enseñando una lección. No debemos empeñarnos en ser perfectos o buscar la perfección a nuestro alrededor. << ¿Sabéis por qué?>> Le digo a ambos desde la soledad de mi balcón. << Porque estamos aquí para ser feliz>>