En este momento me siento frente al ordenador sólo con la idea de desahogarme, de abrir mi cabeza y dejar que las ideas fluyan.
Hoy, después de un día bastante bueno, me he encontrado con algo que me ha golpeado en la cara casi sin darme cuenta. Me siento como si me hubiesen quitado un velo que me impedía ver, y no puedo o no quiero entenderlo.
Las cosas y las vidas de las personas avanzan, cambian, y a veces por la ceguera y el amor que sentimos por ellos no nos permite ver que todos los cambios no son buenos. Os sitúo:
La conociste hace ya bastantes años. Tú eras solo un niño, ella una muchacha bastante guapa que te llamó la atención. Había muchas otras como ella, más mayores, más expertas, incluso más guapas. Sin embargo te cautivó su manera de ser. Ella era única, quería ser diferente a todas las demás. Estaba orgullosa de sí misma.
Se fijó en ti, te llamó, y corriste a su lado. Sabías que no todos la veían como tú lo hacías, pero eso te hacía sentirte aun mejor. Eras un privilegiado.
Conseguiste que muchos de los que estaban a tu alrededor la viesen como tú lo hacías. Estabas tan orgulloso de ello…
Poco a poco se fue haciendo popular. Estaba creciendo, estaba cambiando. Tú la mirabas y la veías más resplandeciente que nunca. Era el ejemplo de muchos otros, conseguía todo lo que se proponía. ¿Cómo podía ir algo mal?
Es imposible, pensaba yo.
Sin embargo, un gesto, una sola palabra es suficiente para llamarte la atención. Miras sorprendido y no le das importancia.
Aparecen más y más detalles, y poco a poco vas pensando que ya no es quién te enamoró.
Caminas, gritas, corres, lloras, te enfadas, maldices y te niegas a aceptarlo. Ella ha cambiado, ha crecido pero no tal y como tú creías.
Por eso me encuentro un tanto desilusionado.
Sin embargo, me niego a aceptarlo todo tal y como lo he puesto aquí. Mañana me levantaré con ganas de aclararlo todo. Sé que hablaré con ella, me explicará sus motivos y volveré a entenderla. Esa relación que nos ha unido durante tanto tiempo no puede acabar con algo que puede ser un simple mal entendido.
Tengo ganas de volver a disfrutar con ella. De salir juntos, de correr, de crecer, de jugar como niños y luchar como gigantes. Mañana será un día nuevo y sé que me estará esperando.
PD: Después de todo lo expuesto, una aclaración. No estoy hablando de ninguna mujer realmente, pero era mucho más fácil personificarlo todo. También decir que siento mucho que esté todo bastante desordenado y carente de sentido, pero, como he dicho al principio, hoy mi intención era la de desahogarme, no la de hacerlo bonito.
"La mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones."
(José Narosky)