No me da tiempo a estirarme y ya estoy súper activo. Suspiro a la vez que una sonrisa se dibuja en mi cara. Tengo la sensación de que necesito saltar, correr, reír… y sin embargo casi me tiemblan las manos sin hacer nada.
Me acerco y abro el balcón a la vez que los primeros rayos de sol se proyectan en la pared de la casa de enfrente. Amanece soleado. Tras varios días de nubes y lluvias, parece que mi ciudad quiere despedirme con sus más bonitas galas. Un cielo azul radiante y el astro rey proyectan todo el calor que son capaces de dar este mes de diciembre.
Me visto a la vez que suena el último de Tote. Casi grito sin pensar que no son aún ni las ocho de la mañana. Echo un vistazo a la escueta mochila e intento hacer un repaso mental de todo lo que debe estar ya dentro y lo que aún debe caber. Necesito abrigo, eso es lo más importante. El gorro de lana y los guantes parece que serán mis más fieles compañeros los próximos días.
Bajo las escaleras a la carrera, suelto la maleta en la cocina y le meto prisa a mi madre con la comida que necesito. Llevo tiempo de sobra, pero me es imposible estar quieto. Subo y bajo varias veces pensando que se me olvida algo. Voy de un lado a otro de la casa metiendo las últimas cosas en la mochila. - ¡Uff, la cámara de fotos! -
Me tomo el desayuno y no puedo evitar que me tiemblen ligeramente los dedos. Parece el primer día de clase en primaria o aquel otro del primer campeonato…
Definitivamente, hoy tengo cuerpo de viaje.
"Cuando miramos hacia atrás y vemos esos recuerdos, esos momentos vividos... buenos, malos o simplemente neutros... es como viajar en el tiempo... sólo cerrando nuestros ojos..." (Anónimo)
Nervioso como un niño el primer día de clase en primaria... Me quedo con eso
ResponderEliminarLlevo la vida planeando este viaje
ResponderEliminarvoy sin maletas llevaré mi corazón,
sin diccionarios voy cargado de caricias
por los senderos del sentir y del amor.
q bonitos son los viajes!!