Me encontraba hace unos días curioseando videos en Youtube, cuando pulsé casualmente un enlace hacia una escena de una película de la cual no había oído hablar.
Nada más ver la secuencia, supe que era el tipo de película que me gusta. No era más que un diálogo entre los dos personajes centrales, pero fue suficiente para darme cuenta que necesitaba verla completa.
La escena que vi, era esta. Espero que os enganche igual que a mí, o que al menos, os resulte curiosa.
Como habéis podido comprobar, si finalmente decidís ver el largometraje, no os vais a encontrar con una película de acción, humor o terror. Lo que esta película os puede aportar, o al menos me ha aportado a mí, son muchas ideas.
Desde que comienza hasta que termina, te hace pensar. Eso es lo que me hizo decidir que tenía que ser recomendada aquí.
A priori, el comienzo puede resultar tan comercial y predecible como tantas otras películas, por el contrario, muestra en su desarrollo algunos elementos, como la marginalidad, los desengaños o el maltrato, que favorecen la profundidad y la elaboración de la propia obra.
De los protagonistas, decir que podemos ver a unos muy jóvenes, Matt Damon y Ben Affleck, y a Robbin Williams, que realiza un papel muy al estilo de El Club de los Poetas Muertos y por el que obtiene incluso un Oscar.
También, aclarar que me quedo más con momentos individuales que con el final propiamente dicho. Tiene escenas de gran emotividad, y a diferencia de lo que suelo hacer, hoy no acabo con una frase, lo voy a hacer con un pequeño diálogo que he rescatado de una de estas escenas.
- Quedé con una chica.
- ¿Y cómo te fue?
- Estuvo bien.
- ¿Volverás a verla?
- No lo sé. No la he llamado.
- Eres un aficionado.
- Sé lo que estoy haciendo.
- Sí…
- Sí. No se preocupe está controlado. Esa chica es bonita, lista divertida… Distinta de las otras que he conocido.
- Pues llámala, Romeo.
- ¿Para qué? ¿Para que me dé cuenta de que no es tan lista?, ¿de qué es tope aburrida? No sé, esa chica ahora es perfecta y no quiero estropearlo.
- Quizás lo que te preocupe es que tú dejes de ser perfecto. Te has montado una filosofía perfecta. De ese modo podrás pasar toda tu vida sin conocer a nadie de verdad…
Nosotros escogemos a quien dejamos entrar en nuestro mundo. No eres perfecto amigo, y voy a ahorrarte el suspense, la chica que conociste tampoco lo es. Lo único que importa es que seáis perfectos como pareja. Esa es la clave.